“En el Perú, las víctimas por accidente podrían ser el doble de las registradas oficialmente”

El ingeniero Germán Gallardo comparó el sistema peruano con el canadiense. Pese a los avances, hay tareas pendientes en seguridad vial.

En nuestro país, las cifras del INEI arrojan 11 fatalidades por accidente por cada 100 mil personas. No obstante, cuando se cruza la información con organismos internacionales como la OMS, esta cifra puede llegar a 22 víctimas. De seguir la tendencia, el profesor Gallardo estima que en 5 años podríamos llegar a las 25 muertes por cada 100 mil habitantes.

Su exposición, en el marco de los Seminarios de Investigación e innovación de la Facultad de Ingeniería, contempló la experiencia de Canadá; país líder en seguridad vial, donde ha habido una evolución favorable.

“Estamos como Canadá de los años 40” dijo el ingeniero Gallardo. Sin embargo, “vemos que  hay un descenso en las cifras de mortalidad a partir de los años 70 en ese país”. ¿Qué pasó?

En un primer momento de su exposición, el ingeniero Germán Gallardo explicó que aumentar el parque automotor, aumentaba la probabilidad de accidentes. Sin embargo, el caso canadiense mostraba una evolución favorable: los accidentes han disminuido ha pesar del incremento de automóviles.

Hay logros en el Perú que debemos reconocer. El ingeniero destacó, por ejemplo, el uso del cinturón de seguridad o la participación de algunas municipalidades en este ámbito. Sin embargo, son necesarios avances en auditoría de seguridad vial. Destacó lo variado del país y, por añadidura, lo variado de los problemas relacionados al transporte. Por ejemplo, el uso de mototaxis que responde no sólo a un problema de transporte sino que además tiene un componente económico y social.

Cada minuto que pasamos en el tráfico resta tiempo que podemos estar con nuestra familia. “Ello afecta la calidad de vida”, y a este paso, terminaremos con más autos, menos espacios de parqueo, más tiempo transportándonos y menos tiempo en los lugares donde queremos estar.

Para el ingeniero Gallardo, la solución no sólo está en los grandes financiamientos internacionales o inversiones gubernamentales, sino en los pequeños programas locales, liderados por los alcaldes, con ingenieros supervisando las calles, con auditorías in situ y con vecinos organizados pues es la también sociedad civil la que debe ayudar, con su voz y con un papel actico, a mejorar la situación del transporte en el Perú